Luces y sombras en la Semana Clásica

      Los organizadores de la primera Semana Clásica, recientemente clausurada en Puerto Sherry, han hecho un gran esfuerzo en difundir la idea de que el evento náutico ha sido un rotundo éxito con grandes expectativas para futuras ediciones.

      Esta opinión de los organizadores puede ser bastante controvertida si tenemos en cuenta la ridícula participación deportiva con solo 11 barcos inscritos. Por desgracia, el contexto actual de la vela en la bahía de Cádiz está dominado por oficinas de prensa al servicio de los intereses de los organizadores que son los que les pagan, habituadas a difundir una visión falseada de la realidad, en la que se hablan maravillas de la organización con independencia de los resultados deportivos reales que se desarrollan en el campo de regatas.

      Para valorar el éxito de la organización de la Semana Clásica con un sentido más crítico constructivo, se puede hablar claramente de dos extremos:

      Por un lado, la organización y los resultados de la competición deportiva han sido un auténtico fracaso. Es triste comprobar como una organización, que ha debido contar con un presupuesto enorme, solo ha tenido poder de convocatoria de 11 barcos. Dejando al margen los cuatro espectaculares “15 metros” que han proporcionado imágenes imborrables en el campo de regatas, la Copa de España de vela Clásica se ha quedado en nada. Los 7 participantes, la mayoría de ellos locales, aunque han podido disfrutar de 4 días de navegación estupendos, se han encontrado con una oficina de regatas antipática y sobrepasada por los nervios que se ha esforzado en demostrarles que no eran bienvenidos. El trato ha sido despectivo y en ocasiones rozando la falta de respeto sin justificación alguna, si con solo 11 barcos inscritos se exterioriza tal nerviosismo, que sería de esta gente en cualquier regata habitual de la Copa de España que llegan a convocar a más de 100 barcos...

      La organización ha estado plagada de continuos errores técnicos avisados con la mejor intención por algunos armadores pero que el ausente Director de regata no se ha dignado a corregir dejando toda la “tostada” a un Comité de regatas abandonado a su suerte que trató de hacer lo posible para salvar la regata con sus mejores intenciones.

      Sorprende que en una Copa de España se publiquen unas Instrucciones de Regata erróneas en las que no aparecía la clase RI Clásicos, si contemplada en el Anuncio y que a la postre ha sido la única participante. Sorprende que se admita la inscripción de 7 barcos de los cuales solo 2 tenían el certificado en regla en la fecha indicada, al resto se le ha estimado un rating e incluso han participado barcos sin número de vela. Sorprende que los barcos a los que se les estima el rating para salvar la regata sean al final los más beneficiados en la compensación de tiempos y terminen clasificados por delante de los que se han preocupado en tener sus certificados al día. Sorprende que el vencedor de una de las clases haya competido los 4 días con un TCF erróneo y que el comité haya desestimado las protestas por fuera de plazo. Y por ultimo y lo más triste, sorprende que a un participante se le niegue la entrega de su trofeo, ganado con esfuerzo en la mar y se deje a chavales jóvenes entusiastas que acudieron con ilusión a recibirlo, con tres palmos de narices al comprobar cómo se le entregaba, por un supuesto error, a otro barco ante sonrisitas cómplices de algún directivo que debería hacérselo mirar.

      Por otro lado, sin embargo, en el aspecto social hay que reconocer que la organización del evento ha sido un rotundo exitazo, algo inolvidable. Para los que llevamos toda una vida asistiendo a regatas por toda España, puedo asegurar que jamás había asistido a un evento como este con 5 días de auténtico lujo en los que no ha faltado de nada para atender a los participantes.

      Desde aquí mi más sincera enhorabuena a la responsable de la organización de los eventos que se lo ha currado de lo lindo y puede estar satisfecha del resultado final. No solo por la cantidad y diversidad de actos sino por la calidad del trato recibido y sobre todo por lo divertidos que han resultado, destacando el día de la Feria de Sevilla.
      En resumidas cuentas, la Semana Clásica a la vista del público general ha debido resultar un éxito, pero en términos deportivos no tanto. En este caso, la opinión de los deportistas tiene un peso ínfimo ya que estos eran un 10% del aforo en los eventos, el otro 90% eran invitados que han debido alucinar por colores.

      Para futuras ediciones sería de agradecer un mayor esfuerzo en potenciar el aspecto deportivo, depurar los errores técnicos generalizados, organizar una oficina de regatas más acogedora y hacer labor de captación de armadores para aumentar la inscripción hasta unos niveles dignos que justifiquen la tremenda magnitud de la organización y de los recursos empleados.

Un saludo a todos y nos vemos en la Juan de la Cosa.